¿Te imaginas estar en una isla donde el mar parece una piscina infinita, la arena es blanca como el azúcar, y el silencio solo se rompe por las olas suaves?

¿Y si te dijéramos que existe una isla donde no hay calles, ni autos, ni edificios altos… solo naturaleza pura, playas vírgenes y aventuras por descubrir?

¿Alguna vez has pensado en un lugar donde puedas hacer senderismo por la mañana, nadar en aguas cristalinas por la tarde y cenar frente a las montañas?

Con arenas doradas, aguas cálidas del golfo Pérsico y servicios de primer nivel, las playas de Dubái se han convertido en un punto clave del turismo internacional.

¿Te imaginas caminar entre piscinas naturales de agua turquesa mientras los peces nadan a tu alrededor? Porto de Galinhas parece sacado de un sueño.

Cuando escuchas “Playa de Los Alemanes”, no imaginas que es uno de los rincones más tranquilos y fascinantes de las Islas Galápagos.

¿Sabías que en Hawái existe un lugar tan impresionante que lo llaman el “Gran Cañón del Pacífico”? El Cañón de Waimea, en la isla de Kauai.